FRIDA KAHLO – OBRA: AUTORETRATO Y LAS DOS FRIDAS

La película sobre la vida de esta pintora presenta el momento cuando Frida comenzó a pintar. En 1926, aún estaba convaleciente sin poder levantarse, acostada en su cama,  cuando se ingenia para tomar los pinceles y la paleta y comenzó a pintar. El primer cuadro que hizo fue un autorretrato. Ese sería el primero de una serie de autorretratos y pinturas que haría luego con el fin de plasmar su situación  y su estado emocional.

FRIDA KAHLO – OBRA: AUTORETRATO Y LAS DOS FRIDAS

FRIDA KAHLO – OBRA: AUTORETRATO Y LAS DOS FRIDAS

FRIDA KAHLO – OBRA: AUTORETRATO Y LAS DOS FRIDAS

Poco después de su recuperación, que le permitió volver a caminar, sus amistades le introducen en el ambiente cultural e intelectual de su ciudad, dónde se vuelve a encontrar con Diego Rivera y llega a conocer, además, a figuras importantes de ese ambiente como lo fue la artista y fotógrafa Tina Modotti, conocida por su arte y su filiación al partido comunista.

A partir de entonces su trabajo comienza a ser reconocido y empieza a ser muy valorado. Mucho más cuando André Bretón escribió un ensayo para la exposición de sus cuadros, en la Galería Julien Levy- Nueva York. En su escrito Bretón califica la obra  de Frida como surrealista, pero ella aclaró de inmediato esa apreciación asegurando que no era así.  Ella consideraba que los surrealistas pintaban sus sueños, su mundo interior, y ella lo único que había hecho era plasmar lo que le estaba pasando realmente.

Poco tiempo después Frida pinta su cuadro famoso, Las dos Fridas, un nuevo autorretrato en el que plasma sus dos yos. Pinta a la Frida, que está siendo consumida por otra Frida. Por un lado está la Frida con raíces europeas y en otro la Frida,  mexicana, la más fuerte. Los corazones de estas dos Fridas se encuentran conectados por una sola vena, situación que lleva a pensar que una Frida está absorbiendo a la otra.

Por esa misma época la pintora expone en Paris, invitada por Bretón. La exposición se realiza en la Galería Renón et Collea. En Paris entabla amistad con el engreído de Bretón, el descubridor del cubismo, Pablo Ruiz Picasso, y su rostro aparece en la portada de la revista Vogue. Todos esos acontecimientos harán de Frida una figura reconocida internacionalmente.