MARCEL DUCHAMP – BIOGRAFÍA: SU VIDA COMO COMERCIANTE DE CUADROS


Duchamp, comenzó su carrera como vendedor de obras de arte, para sorpresa de muchos. Porque comenzaba una actividad, que algunos años antes, le había parecido inferior. Y sorprendió, más aún, su matrimonio. El primer negocio importante que realizó como comerciante fue con las obras de Picabia. En cuanto tuvo la oportunidad las subastó. No mucho tiempo después hizo lo mismo con las esculturas de Brancusi, y las obras de John Quinn, quien, por esos días, había fallecido. Luego, después de adquirir unas veinte nueve piezas, de diferentes artistas, se dirigió a Estados Unidos para comercializarlas. Aprovechó ese viaje para asistir a la exposición del “Gran Vidrio”. Exposición organizada por su amiga Dreier donde por primera vez el público iba a apreciar su trabajo “El Gran Vidrio”.

MARCEL DUCHAMP – BIOGRAFÍA: SU VIDA COMO COMERCIANTE DE CUADROS

MARCEL DUCHAMP – BIOGRAFÍA: SU VIDA COMO COMERCIANTE DE CUADROS

MARCEL DUCHAMP – BIOGRAFÍA: SU VIDA COMO COMERCIANTE DE CUADROS

De vuelta a París, Duchamp, continuó con el negocio de la venta de obras de arte y contrajo matrimonio con Lydie Sarrazín-Levassor. Su matrimonio fue muy comentado por conocidos y amigos. A todos sorprendió por lo inesperado de la decisión. Muchos creen que Duchamp vio en Lydie la posibilidad de encontrar una solución a su problema de dinero y lograr una estabilidad económica, ya que ella provenía de una familia de industriales adinerados. Pero, el matrimonio sólo duró hasta 1929 fecha en la que se divorciaron. Lydie no soportó la vida que le ofrecía Duchamp en la que tenía prioridad el ajedrez. Y por otro lado, la renta, poca y fija, que había dispuesto el padre de Lydie, sólo alcanzaba para los gastos de ella y no representaba ningún incentivo para el artista. Después de su divorcio, Duchamp, siguió participando en los torneos de ajedrez y continuó con su relación son Mary Reynols. Ese mismo año viajó por España y Alemania con Dreier. Sólo luego, comenzó a preocuparse por terminar su trabajo inconcluso “Gran Vidrio”. Se puso a ordenar las notas y los escritos que había ido acumulando en su vida y las publicó, ya que sin ellas, ese trabajo, no era comprendido. Sin esas notas, y a simple vista, el “Gran Vidrio” era algo incomprensible.

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