DALÍ – OBRA: LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA
Desheredado y prohibido de regresar a su ciudad Cadaqués, Dalí y Gala alquilaron la cabaña de un pescador en una bahía cerca de Portlligat. La vida plácida del lugar les encantó y les animó a comprar un terreno. A lo largo de su vida fueron construyendo su casa junto al mar y convirtiéndola en una fastuosa villa; hoy convertida en una casa museo. El matrimonio civil de Dalí y Gala fue es 1934. Y el religioso, en 1958. Tres años antes de casarse pintó una de sus obras más conocidas, La persistencia de la memoria, o, Los relojes blandos. Obra que denota e ilustra el concepto del tiempo como algo rígido o determinista. La idea de rigidez del tiempo se apoya en las imágenes que acompañan al cuadro. Un extenso paisaje donde hay relojes que son devorados por insectos.
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